viernes, 28 de enero de 2011

Amiguito imaginario


Érase una vez un amigo imaginario que surgió del miedo y la tristeza. Era oscuro, construido con humo negro. Vivía cerca de un lago lleno de peces, los peces del "sí" y los peces del "no". Cada noche se iba pescar. Cuando pescaba un pez lo devoraba y acto seguido le quitaba las espinas de la misma forma que se deshoja una margarita. La solución a cualquier duda se dejaba al azar y los montones de cráneos de peces del "sí" y del "no" aumentaban día a día. Él los apilaba cuidadosamente y los limpiaba con esmero. Tenía la colección de cabezas de pescado más grande que jamás se hubiera visto. Pero un día el lago se quedó sin peces y poco a poco se secó por completo. El amigo imaginario, desesperado, comenzó a correr en círculos persiguiéndose el rabo. Finalmente todo el humo del que estaba hecho acabó por desintegrarse en medio del caos y desapareció. Sobre la arena quedó un surco de ceniza y un montón de cabezas de pescado.